De las distintas subespecies que existen de ciervos, algunas están catalogadas como vulnerables. Las razones son variadas, como la caza furtiva y la modificación de su hábitat. En este caso, me centro específicamente en los incendios forestales y como afectan no sólo a los venados, sino también muchísimas otras especies, generando así un desequilibrio ecológico. A partir de la figura-fondo, se generan las llamas del fuego, que encajan con la forma del alce y sus cuernos. El alce en color verde representa la vida siendo exterminada, representa los bosques, su flora y fauna. Está de cabeza como símbolo de tortura y muerte. Aunque el contraste no es tan alto, aún así se resalta la idea principal, dejando de lado los detalles y remitiendo a lo que la ley dialéctica tiene como objetivo, que es enfatizar formas que se desprenden de otras, en este caso el fuego del alce.

Las consecuencias de la caza furtiva por el marfil de los elefantes, son evidentes. Este animal ha sido perseguido por el valor de sus colmillos y lamentablemente está practica no es nueva y tampoco terminará pronto, por más condenada que esté en estos días. En este cartel, resalta sobre un fondo pálido, un elefante tirado de lado, este se encuentra amarrado por una cuerda que lo envuelve y sujeta por todo el cuerpo; a pesar de que la soga resalta y de cierta manera oculta la figura del animal, el elefante no pierde protagonismo, pues sigue siendo identificable sobre todo por su trompa. Utilicé la figura retórica de abismo, para enfatizar la gran cantidad de veces que hemos visto una escena como esta, como en el tiempo se ha repetido tantas veces este suceso que parece imparable y masivo. La paleta de color con estos azules y lilas, un poco grisáceos, es más que nada para dar la idea de un panorama es desolador, más allá de la fuerza y masacre que ejerce el tono rojizo de la cuerda, lo que más se percibe, es impotencia, porque parece no haber justicia para los elefantes.

Son muchas las razones por las que las aves en general están en riesgo, ya que en primer lugar hemos destruido su hábitat, la deforestación las deja sin hogar, pero, también actividades como la caza, para obtener sus plumas o pico, en fin, lamentablemente no es raro encontrar hasta en casas a pajaritos enjaulados. Esta es una jaula, creada a partir de plumas de diferentes colores, haciendo referencia a las aves exóticas como el quetzal y muchas otras que han sido víctimas del comercio ilegal y que viven en cautiverio. Para mi las plumas, a parte de representar a la gran diversidad de aves, también hacen referencia a la libertad y cómo esta es tan frágil. Acomodadas de esta manera, forman una estructura que les quita movilidad, que las encasilla y les quita su propósito que es volar.

Se calcula que desaparecerá dentro de 15 o 20 años, si es que no se actúa para detener la caza. En este cartel, hice una deformación en el cuerpo de este felino, el cambio más notable, está en el alargamiento de sus patas y la unión arqueada de estas, en forma del asa de una bolsa. A pesar de las modificaciones que realicé a este juguete de plástico, podemos seguir identificando que se trata de un tigre. Debajo de la figura, coloqué un rectángulo negro y sobre este una mancha roja, que termina siendo no sólo el diseño y textura de la bolsa sino también, el charco de sangre de este animal, luego de que le hayan arrancado la vida para distintos fines. La piel de tigre es una gran negocio en el mercado negro. La paleta de color, no sólo son los colores del tigre, también nos remite a la violencia y agresividad. Aquí, no sólo quiero enfatizar que el tigre es una especie vulnerable, sino también como la industria de la moda ha utilizado pieles de distintos animales para la venta de sus productos; aunque cada vez las marcas estén más comprometidas con ser responsables y estar libres de crueldad animal, lo cierto es que no es un problema totalmente erradicado y hay muchos animales que aunque no estén en peligro de desaparecer, como el zorro o el conejo, son cruelmente masacrados con tal de satisfacer a la industria textil.

Una de las principales causas por las que esta especie está en peligro, es el cambio climático. En este cartel, se observa en la esquina superior izquierda un círculo naranja que representa a el Sol, desde este lado se extiende de manera diagonal hacia la derecha, un degradado que va del rojo al blanco. En la parte inferior, se aprecian once osos polares que se dirigen hacia el lado izquierdo y un poco hacia arriba; conforme avanzan van recorriendo las distintas tonalidades del degradado y se acercan cada vez más a este rojo intenso y a el Sol. El degradado de rojo a blanco, representa el deshielo, el avance del calor sobre el frío; por otro lado los osos forman un camino hacia la izquierda, la izquierda que está ligada al pasado, pero en este caso más que nada a un retroceso negativo para su especie y en general para todos los seres vivos; se acercan cada vez más a la perdición y extinción, al mismo tiempo que que la nieve se consume por los cambios bruscos y crecientes de la temperatura.

Sólo una de cada mil llega a la edad adulta, pues cuando nacen se ven expuestas a distintos depredadores, que van desde otros animales, hasta nosotros mismos, los seres humanos, ya que recogemos sus huevos o las cazamos para obtener carne o su caparazón, además de la captura incidental en las pesquerías de palangre, la contaminación de las aguas y la destrucción de sus hábitats. En este cartel quise representar este hecho, la mayoría no sobrevive. Claramente tenemos dos conjuntos, el del las tres tortugas rojas boca arriba, son aquellas que han perdido la vida por las amenazas existentes y la tortuguita verde que se encamina hacia el mar en la esquina superior izquierda, es una de las pocas sobrevivientes. El color rojo está ligado a la violencia y junto con el fondo negro, se entiende que es una zona de peligro, de alarma y muerte. Por otro lado, el verde es la vida y el azul del mar, la calma, la protección, seguridad y paz. Esta tortuguita verde se diferencia de las demás porque ha desviado su camino y sigue viva aún. El que las tortugas rojas se encuentren boca arriba, se entiende como la incapacidad de tomar acción y es la posición del haber sido sacrificado, de estar dormido o haber fallecido.